CHARLES BLAKE

Para soñadores que como yo, plasman sus pensamientos sobre un papel en blanco.

domingo, 27 de enero de 2013

EL VUELO


 Comienza un nuevo año, una nueva etapa cargada de retos, sueños y esperanzas.
 El tiempo, ese juez implacable capaz de robarnos los momentos más felices, o por el contrario, alejarnos de recuerdos que no quisiéramos volver a revivir, se presenta una vez más como espectador invisible de nuestras vidas. Un año más queda para el recuerdo, un año de sacrificios, ausencias y sinsabores. Un año de expectativas y desafíos que han quedado reservados para mejores épocas. Pero un año necesario en nuestras vidas. Uno más de los que nos enseña lo que es vivir, nos aporta la experienca de corregir errores, de mejorar el presente, de no olvidar lo verdaderamente importante.
Pido disculpas de antemano a aquellos que se molestan en leer mis páginas, en reir conmigo y compartir reflexiones; por haber abandonado por un tiempo mi pequeño blog de sueños y realidades. Ese tiempo, ese que a veces tanta falta hace y el mismo que en ocasiones se vuelve eterno, me dejó agotado de cuerpo y mente. Necesitaba desconectar del mundo real, de las preocupaciones cotidianas y de las presiones que en muchos casos nos autoimponemos. Necesitaba una cura espiritual, un encuentro conmigo mismo, una parada en el camino para poder apreciar el paisaje desde la lejanía. ¡Y qué mejor que el breve tiempo navideño para hacerlo!
 El compartir pequeños instantes con los míos, el saborear las risas y juegos de mis hijos, las charlas perennes con mi padre, la complicidad de mi madre, el siempre deseado encuentro con mis hermanos y esposas, los ratos de confesiones, paseos y charlas despreocupadas de esa persona tan especial con quien me agarro de la mano a cada paso que doy en mi vida, las noticias de mis amigos, aquellos que siempre están, aunque las distancias o el tiempo impidan su contacto diario, mis momentos de intimidad junto a mis grandes compañeros de viaje, los libros... Todos y cada uno de ellos que me han dado oxígeno para continuar el camino. Mil gracias.
Ahora toca seguir, nadar contracorriente, desplegar las alas hacia nuevos horizontes, sobrevolar montañas que se interponen en el vuelo, acompañar al viento que arrulla, mirando siempre al sur. Prometo abrir los ojos de par en par. No dejar nada al azar. Prometo escuchar cada palabra, sentir cada emoción, saborear cada nuevo soplo de vida que se entrega a nuestro paso, agarrar con firmeza el destino que nos depara.
Comienza un nuevo amanecer; Es hora de desquitarnos las tristezas, desvestir los errores, guardar en el armario el recuerdo de lo que pudo haber sido y no fue. ¡Pongámonos las mejores galas!. Como árbol de otoño,  yo me deshice de hojas viejas y me cubro de brotes nuevos. Las raíces son las mismas pero el espíritu, renovado de nueva sabia.
En este nuevo día, abro mis brazos al cielo. El horizonte.... al frente. Y tú, ¿Te atreves también a volar?
                               CHARLES BLAKE

1 comentario:

  1. El vuelo es sinónimo de libertad, de amplietud de crecimiento. Es bueno mirar para atrás, pero siempre avanzando con la mirada hacia lo nuevo aprendiendo siempre de lo andado y volando en posición de la felicidad siempre.
    Un abraciño,
    Rosa María Milleiro

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